Después de 23 años, considérame oficialmente convertida.
Con el lanzamiento la semana pasada del demo de Final Fantasy VII Remake, incontables fans por fin tuvieron la oportunidad de revivir la emoción de la ejecución de ese primer reactor Mako. Al regresar a Midgar, recrear la versión del juego de Cloud mirando hacia el gigantesco edificio de Shinra y escuchando la reinventada banda sonora, es fácil imaginar cómo FFVII Remake está inspirando algunas de las sensaciones más nostálgicas. Después de todo, ¿quién no se sintió transportado inmediatamente a recuerdos del juego original?
Bueno, yo por mi parte.
No jugué FFVII cuando se lanzó por primera vez. Hasta hace poco, nunca había jugado un título de Final Fantasy. La legendaria serie siempre había sido uno de mis mayores puntos ciegos culturales, bien haya sido por la edad (en 1997 tenía cinco años) o por ignorancia voluntaria. Los JRPGs nunca llamaron mi atención cuando era niña, y aunque vi fragmentos de diferentes juegos de FF mientras jugaba con amigos durante los años, nunca me atrajo lo suficiente para jugarlo por mi propia cuenta.
Incluso en 2018 cuando finalmente inicié FFVII en PS4, y determiné darle una oportunidad a este célebre clásico, aún no podía conectarme con él. Había elementos del juego que me entusiasmaban (¡Las Invocaciones! ¡La banda sonora! ¡Tifa!), pero incluso después de llegar a cierto punto fundamental de la trama (tú sabes cuál), me encontré perdiendo fuerza y finalmente no lo terminé. Quizás había llegado a él muy tarde, quizás mis expectativas eran muy altas. Pero al final decidí que iba en el vagón de “Final Fantasy no es para mí”.
Es por esto que después de una prueba el mes pasado, me sorprende que Final Fantasy VII Remake sea fácilmente uno de mis juegos más anticipados de 2020.
Al comienzo pensé que era por las gráficas actualizadas. Esa secuencia de apertura a la deriva a través de un Midgar completamente realizado y vívido es impresionante. Ver a Cloud saltar a la acción al inicio de la ejecución del reactor Mako genuinamente me provocó alegría. Él y el equipo AVALANCHE se han realizado con estilo, y verlos moverse a través del mundo fue todo un deleite. Sus personalidades brillan desde pequeñas bromas durante la batalla hasta escenas más largas, y de inmediato me enamoré del bombástico Barret, y de la dulce y amable Aerith. Ayuda a que el mundo por donde se mueven reluzca de entornos llamativos. Desde los resplandecientes pasillos metálicos del reactor Mako hasta los callejones hostigados y en llamas del distrito financiero de Midgar, no podía dejar de hacer una pausa para contemplar mi entorno.
La visión actualizada de Midgar por Square Enix exitosamente llamó mi atención, pero sentí que finalmente estaba probándolo por primera vez como una verdadera conversa de Final Fantasy durante el veloz combate cinético. Estaba teniendo el momento de mi vida durante estas secuencias de batallas. Cambiar entre Cloud y sus miembros de equipo es una coreografía fluida la cual estaba emocionada de aprender, y una vez que aprendí a balancear mis cargas y habilidades ATB, sentí que podía conquistar a Shinra y al mundo. Eso no quiere decir que siempre lo tuve bajo control, hubo algunos momentos en particular en una batalla post demo donde me sentí como si estuviera utilizando cada carga ATB para forzar la alimentación de las Pociones de mi equipo. Pero una vez que encontré un ritmo constante, dominar el baile entre los personajes y las habilidades se sintió natural. Más que eso, se sintió emocionante de una manera que nunca antes había sentido sobre Final Fantasy.
Eso se multiplicó por diez cuando utilicé una Invocación por primera vez. A diferencias del FFVII original, las invocaciones son algo que requieren del trabajo en equipo para sacarles el mayor provecho. Con una materia de Invocación equipada, un personaje puede desatar una Invocación, y entonces todos los integrantes del equipo pueden utilizar sus cargas ATB para guiarlo en la batalla. Esto hace que la Invocación sea mucho más que una fabulosa animación y un ataque fuerte. En vez de eso son parte activa y duradera de la lucha que alientan. Quizás no tengo muchas sensaciones atadas al juego original, pero definitivamente sentí algo poderoso cuando desaté a Shiva durante la pelea.
Esta es una sensación que se quedó conmigo mucho tiempo después de mi prueba, y de nuevo cuando me senté en casa y jugué el demo. Puede que haya tomado 23 años, pero por primera vez en mi vida, creo que estoy totalmente a bordo del vagón de Final Fantasy. No puedo esperar a ver hacia dónde me lleve cuando Final Fantasy VII Remake llegue a PS4 el 10 de abril.
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