Vivimos un momento emocionante. Y no sólo porque todos vivimos en un mundo donde puedes encender tu PlayStation 4 y bajar Firewatch, el juego de estreno de nuestro estudio Campo Santo. Y tampoco porque ustedes que son mis nueve compañeros de trabajo y leen esto ahora pueden bajarse de la euforia maníaca que cabalgaban y regresar a sus patrones de sueño regulares. No, me refiero al hecho de que ahora todos vivimos en un mundo en el cual menos de una docena de personas pueden reunirse, bajar el motor de un juego e invertir un par de años en la creación de un juego que tú puedes jugar en PlayStation. ¡Es una locura! ¡Es mental! Es algo que no podía ser hace como, cielos, *cinco minutos*.
Si compras, juegas y disfrutas Firewatch, vives en un mundo donde hay cada vez más juegos originales, sorprendentes y arriesgados que llegan a existir en una plataforma importante que no necesitaba promocionarse, empaquetarse y homogeneizarse antes de encontrar el camino hacia ti. Y estos juegos, juegos como The Witness, The Talos Principle y Transistor, son hechos por apenas un puñado de personas que ahora, porque vivimos en el tiempo loco antes mencionado, tienen acceso directo a ti.
Tal vez ni siquiera te des cuenta. Tal vez sólo te parezca que ¡guao, cuántos juegos excelentes siguen apareciendo! Pero para nosotros eso lo es todo. Podemos vivir y morir por nuestros propios éxitos y poner nuestros juegos junto a los mejores. En realidad, preferimos que no te des cuenta; esperamos que sea sólo un juego y que seamos nosotros los que escoges para entretenerte un rato.
¡Firewatch está a la venta hoy; esperamos que disfrutes el juego y si es así (o no, qué importa) nos lo dices en los comentarios, en Twitter o visita nuestro blog de desarrollo para ver cómo nos ha ido en este loco viaje de dos años!
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