Ubisoft Massive creó una versión a escala 1:1 de la actual Washington DC, y luego la entregó al brote del virus.
Crear una ciudad es más fácil de lo que creen. Lo que es más difícil es llevarla al borde de la destrucción total. Para Ubisoft Massive, esta es la segunda vez en menos de cinco años que logra hacer ambas cosas.
Empezó con Nueva York en 2016 con el debut de su shooter de mundo abierto, The Division. Para la secuela del juego, que estará disponible en marzo, esa ambición fue incluso más grande: una escala 1:1 de Washington DC. Cada barrio, cada distrito, mapeados y construidos para ser totalmente explorados en el juego. Más de 68 millas cuadradas replicadas cuidadosamente para imitar su contra parte del mundo real. Construida y luego destruida sistemáticamente calle por calle.
El estudio imaginó una capital de Estados Unidos fuertemente marcada por un trío de eventos que alteraron el mundo: el brote del virus que arrasó con sus habitantes, los siete meses que le siguieron paralizaron su infraestructura, y la invasión de fuerzas deshonestas remodelando lo que quedaba. Fue una propuesta fuerte, pero el reto fue necesario: el gameplay de The Division necesitaba un cambio.
Lo que Washington DC ofrece que Nueva York no
“Hay una estructura en forma de cuadrícula que no conduce a una gran variedad,” dice el director creativo, Julian Gerighty, de la ubicación del juego original: Nueva York. “Cuando empezamos a hablar de la secuela, realmente empezamos a pensar en la variedad que queríamos que los jugadores experimentaran, caminando calle a calle.”
Hubo dos problemas interrelacionados con Manhattan: la uniformidad de la ciudad limitaba la estrategia de los ataques, mientras que la exploración estaba restringida a dos tipos de biomas: residenciales y comerciales. En contraste, el nuevo hogar de The Division tiene seis, y cada uno ofrece una apariencia y sensación diferente.
Así que como con NYC, teníamos zonas comerciales y residenciales, pero a estas se les unían distritos gubernamentales, sitios naturales y suburbios. Y esa variedad visual alimenta directamente al gameplay. Necesitarán adaptar sus tácticas dependiendo de la zona en la que están peleando mientras intentan liberar los asentamientos y reclamar ubicaciones clave.
Su acercamiento a la Casa Blanca, la cual hace parte de la apertura del juego, es una batalla por el icónico jardín del edificio. En contraste, el tramo de dos millas del centro comercial es territorio abierto con ataques que llegan de todos los lados, así que los rifles de francotirador son importantes para tomar la delantera. Una vez más, diferente a las apretadas esquinas y claustrofóbicas calles estilo Europa de Georgetown, que hacen que la escopeta sea la mejor elección.
La IA enemiga del juego también se ha adaptado para que tome ventaja de estos diferentes espacios, prometiendo un rango más rico de participación en esta ocasión.
Enfrentarán un trío de facciones: Hyenas: juerguistas del caos propulsados por droga, aprovechándose de los débiles. True Sons: una milicia comanda por la fuerza bruta. La premisa de los Outcasts es intrigante: individuos infectados que fueron abandonados en los campamentos de la ciudad para morir. Aquellos que sobrevivieron se han unido y ahora buscan vengada.
Una cuarta facción, The Black Tusks, podrá ser la máxima amenaza. Tan bien organizada y equipada como los agentes de Division, esta organización se introducirá como pate de final de The División 2, poniendo sitio a las áreas de la ciudad al azar.
Así fue como Ubisoft construyó una ciudad inmensa y luego la destruyó
La construcción inicial de Washington DC en el juego fue la parte más fácil del proceso. El estudio utilizó información de la encuesta de artillería para digitalizar eficientemente la base de la capa de la ciudad, ahorrando cientos de horas hombre.
“Básicamente obtuvimos una huella de la ciudad, gratis,” explica Gerighty, antes de profundizar en la tarea que enfrentaría su equipo. “Recrear una ciudad no es el reto más grande, es recrear una con una historia qué contar, un mundo que ha sido transformado, eso lo hace realmente interesante.”
El director hace referencia a una “biblia mundial”, de alrededor de una pulgada de grosor, esa es la acumulación del estudio mirando cada distrito, calle y edificio y haciéndose la misma pregunta: “¿Qué pasó acá?” Cada esquina tiene una historia. Esa es la verdad de cada distrito, incluyendo las nuevas Zonas Oscuras del juego.
Así es como The Division 2 reinventa la Zona Oscura del original
La Zona Oscura de The Division fue un cáncer que se comió el corazón de Nueva York. Un campo de batalla PvP aislado que se desarrollaba en calle mientras los jugadores intentaban adquirir y extractar equipo de alto valor sin ser asesinados.
El trío de Zonas Oscuras de DC no es menos premonitorio, sino que está ubicado en los bordes de Washington DC. Una reubicación en parte para evitar que DC se dividiera en dos (agravando potencialmente los grupos no PvP que intenta cruzar al ciudad) pero también para fortalecer el flujo del nuevo gameplay de la secuela. Las misiones PvE los guiarán lentamente en un círculo completo alrededor de la ciudad, llevándolos eventualmente a pasar estas áreas amuralladas, y con suerte querrán probarlo.
Al igual que con la ciudad en general, la locación para cada una ayudó a dar forma a su historia de fondo y a la experiencia de juego en ella. Union Station, al este, fue el lugar donde se encontraba el paciente cero y sigue llena de equipo de gobierno y ejército. Al oeste está un afluente Georgetown, con muros construidos apresuradamente que mantuvieron alejada a la población pero no a la infección. Caminen hacia el sur y llegarán a un área que apenas se recupera de las inundaciones y ha sido objeto de productos químicos usados como armas.
Encontrarán historias similares en todas partes a medida que recorren la ciudad. Las calles se incendiaron por completo a medida que se los servicios de emergencia se saturaban, mientras que otros servían como cápsulas de tiempo previas al brote cuando sus residentes eran evacuados primero.
Creando un mundo viviente
Si el tema del primer juego era discutiblemente sobre el aislamiento y la pérdida, la secuela es sobre el renacimiento. “Empieza a poner las bases para poder construir una sociedad mejor,” sugiere Gerighty cuando se le plantea la pregunta. “Es menos desesperanzada”.
Parte de eso está en el clima; el cambio de invierno a primavera instintivamente sugiere una renovación. Pero también se refleja en la población. Mientras caminamos por las calles durante un prueba del juego, nuestra batalla callejera contra un grupo de Hyenas se vio reforzada por un grupo de civiles armados. Pueden ser ineficientes, pero por lo menos responden a la pelea.
Esta vez Ubisoft Massive está dispuesto a balancear el macro con el micro. Misiones alternas pondrán en primer plano esta historias de interés humano, construyendo una relación personal con varios sectores de la población. Es un gancho emocional que el estudio espera involucre a los jugadores: rescatar a una víctima secuestrada será tan importante como reconstruir la infraestructura de una organización.
“Para construir algo que se sienta coherente, realmente hemos centrado el juego en las necesidades y los recursos de tanto los asentamientos como de la base de operaciones,” explica Julian. “Todo lo que hacen está relacionado bien sea a la necesidad de los civiles, o a lo que ustedes necesitan como agente de Division.”
Todo en The Division 2 está entrelazado. Ayudar a los asentamientos a reclamar la ciudad, la topografía de Washington DC enriquece el gameplay, el diseño de la misión los guía a una vuelta por DC. Ubisoft Massive construye y destruye una ciudad una vez más, todo con la intención de hacer The Division 2 un shooter online superior a su predecesor.
La beta privada de Tom Clancy’s The Division 2 se lanza hoy. El juego completo se lanzará el 15 de marzo.
Los comentarios están cerrados.