Era un impresionable chico de seis años en campamento cuando escuché por primera vez a Vangelis. Algunos amigos de la familia trajeron una cinta de un programa de radio llamado Hearts of Space, y To the Unknown Man estaba sonando. Esa música fue catalizadora para un apetito insaciable por la música electrónica durante mi infancia. También fui un fan rabioso de Isao Tomita, Wendy Carlos, Vangelis, Tangerine Dream, Jean Michel Jarre y más adelante de cosas raras como Xenakis y Stockhausen.
Cuando escuché que Headlander seguía una narrativa retro-futurista inspirada por Logan’s Run, Silent Running, Zardoz y otras piezas de la ciencia ficción de los 70, solo tuve que sintonizar mi nostálgica mente en busca de contenido. Sabía a cuáles influencias tenía que rendirles homenaje en esta banda sonora, y sabía qué herramientas tenía que usar para satisfacer mis necesidades. Me decidí por utilizar cinta y sintetizadores análogos. Y usaría mi software de elección, Logic Pro, pero más que todo como un dispositivo de grabación.
En Headlander hay guiños a Vangelis cuando caminan por los muros de Pleasure Port. Cuando Grid Clash empieza escucharán una fanfarria inspirada en Wendy Carlos. Cuando lleguen al Computer Core escucharán los colores más avant-garde de Stockhausen y Xenakis; y detrás de los muros de Pleasure Port oirán música ambiental que hace referencia a Brian Eno. Sinceramente amo esta era de la música electrónica, y quiero llevar al mundo estos colores y estéticas mientras visitan esta línea de tiempo alterna.
Necesitaba las herramientas correctas, así es que tomé prestadas, alquilé y compré algunas para la tarea. Adquirí algunas tomas modernas en sintetizadores vintage. Estoy usando A Prophet 8, Moog Voyager, Dave Smith Mono-evolver, Korg Monotron y Arp Odessey. También pude tomar prestados algunos sintetizadores de artistas de música electrónica como Jeff Taylor y Frank Garvey. Estos incluyeron el Yamaha CS15, Moog Voyager, Korg MS20 y una Arp Odessey vintage. También usé un Roland SH101, que es de 1983, y aún sobresale entre sus hermanos más viejos. Todos son apropiados para la era de los 70, y creo que le di a la banda sonora una autenticidad que no habría logrado de otra forma. Para el trabajo en guitarra, colaboré con Jay Rubin y Ghost Cat Studios.
La banda sonora es 70-80% análoga. Originalmente quería que fuera 100% pero las necesidades del juego sobrepasaron esta limitación. También incluí Reaktor 6 y un par de samplers para algunas tareas. Quería grabar todo en cinta, pero las limitaciones e idiosincracia de la misma lo hicieron MUY difícil, así es que la usé con más moderación. En los muros de Pleasure Port hay una canción que está generada procesalmente. Le di a la computadora algunas órdenes, adjunté un par de instrumentos y fui a hacer café mientras ella hacía música para mí. Esto fue inspirado por los sistemas de música generativa de Brian Eno y John Cage.
Tuve el honor de componer esta banda sonora y espero que todos los que jueguen Headlander la disfruten. Estos días, las bandas sonoras son usualmente híbridos de orquesta y elementos electrónicos, todos tratando ser modernos y grandes — Amo escribir este tipo de música.
Headlander tuvo un trato especial. Es una tajada de mi nostalgia personal, mi carta de amor a esos gigantes de la música electrónica. Quién sabe – quizás si la gente ama esta banda sonora reavivará el interés en la música que la inspiró.
Eso espero.
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