Cómo Die Gute Fabrik convirtió su juego de aventura narrativo en una verdadera experiencia de la vida isleña.
¡Hola! O, como diría en mi casa isleña, ¡ah del barco! Soy Harry Josephine Giles, uno de los escritores de Saltsea Chronicles, que se lanzará el 12 de octubre en PS5. Es un juego de aventura narrativa en el que guías a una tripulación mientras exploran un mundo inundado de islas extrañas y sorprendentes, y conocen a las muchas personas que viven allí.
Estamos emocionados de compartir un nuevo vistazo a la experiencia de juego en Saltsea Chronicles. Mira el nuevo tráiler a continuación.
Entonces, alejándonos del fantástico mundo de Saltsea, ¿cómo son realmente las islas?
Una vista de la isla de Hoy desde el oeste continental de Orkney. En primer plano hay campos verdes, cercas y un grupo de construcciones agrícolas. A la distancia hay dos colinas marrones altas. En el medio hay un estrecho tramo de mar azul tranquilo.
Orkney es un archipiélago de 70 islas frente a la costa norte de Escocia. Es un terreno bajo, muy verde, azotado por el viento y mi hogar. Hay islas en las que viven cientos de personas, en otras viven miles y, por último, algunas solo tienen un habitante. Vivimos de la agricultura, la pesca costera y el turismo.
Mi origen isleño me hace desear más historias sobre la vida isleña escritas desde nuestra perspectiva. Mientras trabajaba en Saltsea Chronicles, ansiaba escribir sobre islas que me hicieran sentir como en casa: lugares llenos de vida.
Vivir con la tierra y el mar
Una isla necesita mantener a sus habitantes. Si dependes de la comida que llega en barco, tendrás problemas cuando este no llegue, ya que siempre habrá momentos en que el mar esté demasiado peligroso para que zarpen los barcos. Eso significa que lo que puedas cultivar, recolectar y pescar es fundamental para subsistir. Las distintas islas tienen diferentes suelos, ecosistemas y accesos a zonas de pesca. En Saltsea Chronicles, descubrirás un poco sobre cómo cada comunidad aprovecha su isla de la mejor forma posible.
En Njarfie Roust, donde empieza la historia, hay un acantilado inusualmente alto, el hogar ideal para las aves marinas. Eso significa que todos los niños Njarfie aprenden a hacer rápel para poder cosechar huevos durante la primavera. Nos inspiramos en San Kilda, donde las aves marinas y sus huevos eran el componente principal de la dieta local, e incluso elaboraban aceite para lámparas a partir de las aves. Todo eso convirtió la escalada de acantilados en un importante deporte local.
Castillo o’Burrian, Westray, Orkney. Sobre un fondo de acantilados de piedra gris, hay un pequeño grupo de frailecillos (“tammie-norries” en mi idioma). Sus plumas blancas y negras, y sus coloridos picos rayados son brillantes y claros.
Otra isla del juego, Los Gatos, alberga una enorme población de gatos. Desde luego, una de sus principales exportaciones es el gatodón, una tela a base de pelo de gato. En la isla no hay donde arrojar residuos, así que no pueden botar nada. Por lo tanto, en Los Gatos, encontraron una manera de convertir el pelo de gato en lana, y escuché que es increíblemente suave. La usan para confeccionar toda su ropa, pero producen lo suficiente como para poder convertirla en una importante mercancía que comercializar, ya que establecer conexiones con otras islas es tan importante para un isleño como el ser autosuficiente.
Establecer conexiones
Cada isla tiene su propia identidad y los isleños defienden férreamente sus características únicas. Los habitantes pueden pasar horas conversando sobre las ventajas de las playas de una isla frente a los páramos de otra, o sobre qué granjas son las más organizadas y cuáles son los bailes más alocados. Sin embargo, más allá de estas amigables disputas, las islas que comparten el mar también comparten una identidad, la que han desarrollado mediante el apoyo mutuo y el intercambio de recursos. Queríamos que Saltsea se sintiera interconectado, donde cada isla es distinta, pero está unida a las demás.
Esto se aprecia de forma más espectacular en The Float, el centro comercial ambulante donde la gente de Saltsea se reúne para compartir lo que tienen y llevarse lo que no. Construido con docenas de barcos amarrados juntos, algunos de los barcos de The Float han estado allí durante décadas, mientras que otros van y vienen con las estaciones. The Float navega alrededor del archipiélago para facilitar las conexiones que conforman una cultura. Al reunir a tantas personas diferentes, The Float tiene su propia forma de tomar decisiones, para la que nos inspiramos en el Parlamento de San Kilda y en elementos nórdicos.
Una cultura compartida también significa tradiciones compartidas. En el archipiélago de Saltsea, los guías son miembros respetados de la comunidad que ofrecen consejos y consuelo, resuelven conflictos y cuentan historias importantes. Se capacitan en The Grace, un santuario y centro de aprendizaje, pero se encuentran en todas las islas. Si miras de cerca, verás personajes en todas las islas usando la banda de los Guías y cada uno aporta su perspectiva isleña a las creencias que mantienen unido al archipiélago.
Mantener unida la comunidad
En Saltsea, nuestras comunidades han sobrevivido a tiempos difíciles, lo que fortaleció sus vínculos. Sin embargo, a veces eso puede hacer que sean más desconfiados de los desconocidos. Cuando estás acostumbrado a saber todo sobre todos en tu hogar, ¿qué pasa cuando llega alguien nuevo?
Youlouca es una isla en la que estos conflictos salen a la luz. Con ricos suelos volcánicos y un clima templado, se ha vuelto popular entre los visitantes. Aun así, las personas que han vivido en Youlouca durante generaciones a veces se sorprenden de las nuevas ideas y culturas que traen los visitantes.
La forma en que los isleños de Saltsea afrontan los conflictos es uno de los temas más importantes de nuestra historia. ¿Qué sucede cuando las formas tradicionales de abordar los conflictos llegan a su límite? ¿Qué sucede cuando las personas se sienten decepcionada por su isla de origen? ¿Y qué se debería hacer con las personas que transgreden estas estrictas normas sociales, ya sea para bien o para mal?
Afrontar el cambio
Vista de Copinsay de Deerness, Orkney. Un paisaje insular bajo un cielo azul y blanco, con el sol vespertino brillando sobre el mar y la tierra oscureciéndose. En el horizonte puedes distinguir un antiguo faro y nuevas turbinas eólicas.
Las personas suelen pensar que las islas, debido a sus comunidades rurales, son lugares que cambian lentamente, como ejemplos de una forma de vida más antigua. Creo que eso no es correcto: aunque las une una comunidad, las islas que conozco han probado nuevas tecnologías para generar nuevas ideas para vivir en el mundo. Orkney es un laboratorio para todo tipo de nuevas energías, desde baterías de hidrógeno hasta generadores mareomotrices. Sin embargo, estos cambios plantean nuevos desafíos a las diferentes culturas, y las islas deben adaptarse a ellos.
Saltsea también cambia constantemente. Algunos de esos cambios son bien recibidos y otros son más difíciles de aceptar. Las comunidades isleñas deben evaluar las nuevas ideas y decidir cuáles implementar y cuáles descartar. Considerar los costos de las cosas que cambian y de las que permanecen igual es un desafío constante.
Más que cualquier otro lugar que conozco, una isla es el lugar adecuado para hacer estas preguntas y buscar las respuestas. Espero que descubras tus propias soluciones en nuestras islas cuando Saltsea Chronicles llegue a PS5 el 12 de octubre.
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