Den un vistazo al lado más suave de Deacon mientras él recuerda su amor perdido, Sarah, y su improbable romance.
En una historia de Days Gone llamada “I Remember,” Deacon intenta lidiar con su trágico pasado. Mucho antes de que una pandemia acabara con el mundo, convirtiendo al Noreste Pacífico en una terrorífica tierra de Freakers, Marauders y aquellos que luchan por sobrevivir, Farewell Wilderness preparó el escenario para un romance improbable entre el forajido motociclista y una extraordinaria joven mujer de Seattle.
El desierto es donde ellos se conocieron, es donde él le enseñó a manejar motocicleta, donde ella le enseñó sobre botánica, la razón por la que estaba en ese lugar. Es dónde él le propuso matrimonio. Es donde en una pequeña iglesia del pueblo Marion Forks, atestiguados solo por su viejo amigo William “Boozer” Gray, Deacon y Sarah se casaron.
Con solo un toque, el encanto y la sinceridad de Sarah Whitake siempre fueron capaces de suavizar a Deacon, permitiéndole mostrar su extraño y tierno lado. La amó tanto que, a pesar de ser un antiguo miembro de Mongrels MC, Deacon St. John eligió abandonar MC y convertirse en un nómada por ella, y así poder pasar más tiempo juntos. Compartir una vida juntos.
Dos años después, Sarah se ha ido. Deacon es ahora un vagabundo cazarrecompensas en el camino roto, que solo tiene una foto que le recuerda a la mujer que amó y al hombre que le ayudó en convertirse. En un breve momento de paz en la iglesia donde intercambiaron votos, Deacon recuerda todo lo que perdió, la infraestructura quemada de la iglesia, el reflejo del hombre en que se ha convertido, demacrado, desgastado, solitario.
Pero en el mundo de Days Gone, nunca estarán solos por mucho tiempo. Y de una forma extraña, Deacon parece darle la bienvenida a los intrusos. Cualquier cosa para ayudarlo a olvidar su voto roto: “Prometo nunca dejarte.”
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