Impresiones: Horizon Zero Dawn

Desde el debut de Horizon Zero Dawn durante la presentación de PlayStation en el E3 de 2015, Guerrilla Games ha estado trabajando constantemente para poder hacer realidad su visión de un RPG de acción y mundo abierto ubicado en la Tierra futurista gobernada por gigantescas máquinas.

Ahora que lo he jugado, estamos viendo qué tan profundo es este RPG. Y la respuesta es, muy profundo.

Al coger el control, estuve complacido de encontrar un sistema de creación y modificación de equipo muy bien definido, algo de lo que solo tuvimos un vistazo cuando lo vimos por primera vez. Al cosechar la tecnología de máquinas derribadas, y saquear o comprar partes extrañas y mejoradas, pude personalizar una Aloy más furtiva y potente que se especializaba en ataques de golpear y correr y usar flechas de fuego.

Hablando de eso, algo rápido sobre el combate de Horizon Zero Dawn: se siente ajustado, responsivo y satisfactorio. Los juegos de mundo abierto no siempre encierran puntos viscerales, pero estoy feliz de informar que Guerrilla ha hecho su tarea en este aspecto. Dispararle a un Vigilante con una flecha a través de su ojo me hizo recorrer un frío por la espalda siempre que lo hice. Todo un testamento de la larga historia de Guerrilla en el género de los FPS. Este combate táctil amplía enormemente el atractivo general del juego.

También me sentí animado por el colorido arsenal del juego, que se destaca entre los rifles de asalto y las escopetas de muchos otros juegos de acción. Además de los icónicos arco y flechas de Aloy, usé un arma que ponía cables eléctricos, una que lanza sogas que inmovilizan objetivos, y una poderosa honda que lanza bombas incendiarias. Todas se sintieron frescas y divertidas, y permitieron encuentros de combate muy interesantes.

Actualicé mis armas con mejoras que otorgaron mayor potencia, daño de fuego, y una estadística llamada Tear que incrementa la oportunidad de que los ataques de Aloy impacten valiosos componentes de sus mecanizados enemigos. También empuñé munición especializada, desde flechas de fuego a bombas de hielo y más. Hay mucho por conocer en este aspecto.

Pude ver en todo su esplendor el mundo abierto, NPCs que repartían misiones, los mercaderes compraban y vendían equipo y las misiones alternas llenaron el mapa del gigantesco mundo. Me sorprendí al descubrir la configuración de un robusto árbol de habilidades, lo que me permitió personalizar aun más a Aloy a través de los tres principales pilares enfocados en habilidades de sigilo, combate y supervivencia.

Otra sorpresa: empezando el juego, Aloy desentierra una reliquia de alta tecnología que puede escanear a los enemigos, dando información de su entorno, y marcando los objetivos usando una interfaz holográfica de realidad aumentada. El dispositivo, conocido como “Focus”, también puede descargar archivos de audio de cuerpos de humanos que murieron hace mucho tiempo, útiles particularmente cuando recorren las ruinas ancestrales de alta tecnología. Estos bits narrativos ofrecen a los jugadores una porción de contexto mórbido de los últimos días de la humanidad en lo más alto de la cadena alimenticia, estoy curioso por ver qué desenterraremos en el juego final.

Un momento que se destacó especialmente: saltar y escalar el majestuoso Tallneck, una emocionante experiencia que me recordó a Shadow of the Colossus, el clásico de PS2. Tampoco están ahí solo para verlos, los numerosos tallnecks al rededor del mundo del juego constantemente recorren y recolectan datos del terreno. Cuando Aloy derrota a uno, descarga toda esa información en su mapa del mundo, lo que revela una gran parte del mismo y desbloquea un número de puntos de interés que el jugador de otra manera hubiera perdido. Es una mecánica de gameplay divertida y gratificante.

También me interesé en conocer más de Cauldrons, instalaciones subterráneas de alto nivel que parecen servir como tierra de cultivo para las máquinas. Sin embargo no tuve mucho tiempo para experimentarlas.

Teniendo en cuenta las muy conocidas habilidades técnicas de Guerrilla, no es sorpresa que Horizon Zero Dawn sea un espectáculo para la vista, ya que ofrece unas de las mejores gráficas vistas hasta ahora en PS4. Mientras que la presentación en PS4 Pro 4K se vio impresionante, y parecía estar más refinada que su aparición previa durante el anuncio de PS4 Pro en septiembre.

En general el juego se ve prometedor, con un poco de algo para todos. Es claro que Horizon Zero Dawn es el juego más ambicioso de Guerrilla, ¿Será su mejor? Lo averiguaremos el 28 de febrero.